lunes, 10 de diciembre de 2018

Los Planetas - Una Semana en el Motor de un Autobús (1998)

Hay discos clásicos, hay discos míticos y luego está esta obra maestra. Con todos ustedes, uno de los mejores álbumes jamás grabados en España.

"Una Semana en el Motor de un Autobús" cumple 20 años. Si eres una persona que no conoce el grupo o lo ha escuchado y no le convence del todo, le invito a dar un repaso breve por este álbum conceptual que trata sobre el desamor principalmente, pero todo aliñado con drogas, desparrame y un paso hacia la madurez más extraña.

Musicalmente, el álbum es un estandarte del indie español y del pop y el rock en general. Con un sonido relativamente suave, Los Planetas reinventaron el indie en tan solo una hora de música. Con esa mítica portada, nos sumerge de lleno en la generación X. Sí, esa tan famosa generación que precede a la más inmediata Y o los "millenials".

"Segundo premio" es el comienzo del álbum. Nos cuenta, entre guitarras y una sección de cuerdas impresionante, como su chica le ha dejado tirado. Algo que nos puede haber pasado a todos, pero que cuentan de una manera visceral, llena de rabia. "Y si esto te hace daño ha servido para algo, al menos para mí".

"Desaparecer" es la siguiente etapa. ¿Y ahora qué hago? ¿Qué hacía yo antes de estar con ella? ¿Volverá? Y si vuelve, ¿qué hago? Esta es la canción más cañera del álbum, y una de las pocas que hacen lucir como se debe a Eric Jiménez, el batería de Lagartija Nick. Una joyita:



"La Playa" fue escogida como single del álbum. En mi opinión, una de las más flojas con diferencia del álbum. Es una mini historia que habla sobre el pasado de la pareja donde la infidelidad sobrevuela por todo la canción.

 Al igual que el final de Daydream Nation de Sonic Youth, el final de compone de una trilogía formada por mi querida Línea 1, que podría resumir la vida de cualquier toxicómano o cuneta exageradamente. Pero... Mejor escucharlo:

https://youtu.be/aSkCGmrFnSo

En definitiva: a must have album.

jueves, 19 de abril de 2018

Boards of Canada - Music Has the Right to Children (1998)

Hay veces que me cuesta mucho ponerme a revisar un álbum que, para muchos, es sagrado. Tal es el caso de este tremendo discazo que supuso mi entrada dentro de la IDM (Intelligent Dance Music), una etiqueta en la que solo encaja la palabra "Music". No hay que ser un ingeniero para poder escuchar esta música ni te hace más inteligente. Y bailable... a ver, hay vídeos rulando por Youtube en los que sí que se atreven a hacerlo, pero no está pensada para el baile en este caso en concreto.

Después del grandioso "Selected Ambient Works" de Aphex Twin, a mediados de los 90 surgió una oleada impresionante de este tipo de música. Como el IDM es muy variado, centrémonos en Boards of Canada y su estilo en particular, Glitch Music. Esta música se caracteriza por ser electrónica hecha a cachos. Me explico, hay una base que se repite con miles de variaciones que casi parecen errores, de ahí lo de Glitch. Pero, al igual que en los videojuegos, los glitches pueden servir para mejorar la experiencia. Tal es el caso de BOC. No solo descubren una falla en el juego, sino que la utilizan a su favor.

El título lo dice todo: "La música tiene el derecho de ser niño". Musicalmente, es un juego algo complejo que nos sumerge en un mundo caleidoscópico lleno de colores, pero oscuro y tierno al mismo tiempo. Las canciones son instrumentales, pero hay mensajes (incluyendo subliminales) a lo largo de todo el disco. Los samples que utilizan son irreconocibles. No estamos ante DJ Shadow, aunque bien podrían montar un álbum junto.

¿Qué podemos aprender después de 20 años de la salida de esta joyita? Que "Music has the right to children" sigue siendo tan potente como lo fue entonces. Si bien el sonido se ha quedado anclado a la época, aun suena algo futurista y la calidad del sonido es irreprochable.

Si bien es un álbum para escuchar de principio a fin, tiene sus cotas de creatividad en temas como "ROYGBIV", acrónimo de los nombres de los colores del arcoiris en inglés. Efectivamente, la canción es un puto arcoiris electrónico:



Como he dicho, mejor escuchar el álbum entero. Merece la pena. Es como un mal viaje sin las malas consecuencias y con momentos de claridad fugaces pero bellos. Eso y más es este álbum.

sábado, 17 de febrero de 2018

Sunny Day Real Estate - How It Feels to Be Something On (1998)


En lo personal, tengo mucho cariño a este álbum, hasta el punto de sabérmelo de memoria. No soy muy fan del emo y el post-hardcore, pero cuando un disco merece la pena lo escucho a conciencia. Además, era el álbum que escuchaba una y otra vez cuando me enteré que iba a ser padre. Así que esta entrada va dedicada a Mia, mi hija, que este mes cumple su primer añito.

Hola Mia. Te habla tu padre del pasado. ¿Qué tal? Espero que bien. Mira, te comento. No sé qué gustos tendrás ni qué música se escuchará dentro de 17 años, pero en cuanto cumplas 18 ese vinilo verde claro será para ti.

¿Qué tiene? Música melosa, un cantante que parece Bono de U2 poniéndole la antigua pasión de los primeros año. Ya con "Pillars" marcan todo el tono del álbum. Sobrio, pero rico en matices. El cantante parece como si quisiera romper con el pasado medio grunge de la banda, pioneros a su vez de la segunda ola de emocore. Poco experimental, pero muy efectivo y original. Los arreglos parecen sacados del "Perfect From Now On" de Built to Spill:



Con estructuras más o menos convencionales, el 7/8 de "Roses in Water" retrotrae al "Money" de Pink Floyd con aires árabe. Se sale de la norma del álbum del 4/4, pero encaja a la perfección. El single "Every Shining Time You Arrive" es una preciosa balada con un puente que justifica su elección como adelanto. Pero es en "Two Promises" donde SDRE dan en la clave. Un tema con versos a lo George Harrison oriental y un estribillo que encajaría a la perfección en el mencionado "Perfect From Now On":



Para terminar, Mia, te recomiendo el tema que da título al álbum. Se trata de una balada que va creciendo hasta convertirse en el estribillo en una canción de The Mars Volta... 5 años antes de su formación. No suena a At the Drive In, el punteo es puro Mars Volta. Lo mejor tanto en estudio como en directo:





Lo que queda del álbum tampoco está mal. "Guitar and Videogames" es otra balada poderosa con una letra de amor gamer, "The Prophet" parece sacada del "A Night at Opera" de Queen en versión moderna, "The Shark's Own Private Fuck" suena como la última canción de este tremendo disco, pero el álbum termina con la angelical "Golden Days".

Así que nada, Mia. Espero que te guste tu regalo de dentro de 17 años y que cumplas muchos más. Te quiero.

jueves, 1 de febrero de 2018

The Velvet Underground - White Light/White Heat (1968)

Hace exactamente 50 años apareció en el mercado el segundo largo del grupo neoyorquino The Velvet Underground. Para ponernos en situación, la explosión de rock psicodélico del 67 seguía expandiéndose. Pero antes de eso, unos excéntricos músicos avalados por un tal Andy Warhol entregaron uno de los debuts más icónicos y mejores de la historia.

La crítica lo avala ahora, pero en su momento no causó tanto furor fuera del circuito más "adelantado". Y digo adelantado porque, señoras y señores, para mí este es el álbum indie por excelencia. El primero, el único. Lo tiene todo.

Pero volvamos a White Light/White Head. Como decía, todo el mundo iba puesto de ácido en el 68. ¿Qué tomaban Lou Reed y John Cale, líderes de la banda, para hacer algo totalmente fuera de lo ordinario? Anfetaminas. Sí. El tema titular habla sobre la sensación de tomarlas.

Al tema homónimo le sigue "The gift", un tema de ocho minutos en el que nos cuentan una historia mientras la banda toca. ¿Spoken word? Sí, pero no. Este no aburre.
En este momento, la cosa se pone interesante con la operación de una transexual en "Lady's Godiva Operation". Todo el álbum está marcado por la vanguardia y el rock más sucio que nos podamos imaginar en todos los sentidos. El único resquicio de la belleza del debut es "Here She Comes Now".



Según comentarios de la banda, lo que querían era lo contrario del debut, algo "antibello". Esto lo consigue con el que es para mí el mejor tema de rock de esta época y todo el siglo XX en general. Me refiero a "Sister Ray". Y como ya hice en su momento un homenaje a esta pieza improvisada de desenfreno, orgías y drag queens, os dejo el enlace aquí mismo.



Total, que para tener 50 años, sigue sonando de puta madre e influenció tanto como lo siguen haciendo hoy en día. Dos álbumes, se fue John Cale y la Velvet se fue a la mierda, pero eso ya es otra historia.