viernes, 23 de mayo de 2014

Guía rápida para el Primavera Sound: Slint y Neutral Milk Hotel

Aquí va otra entrega de este curso intensivo para sacar el máximo provecho al festival Primavera Sound 2014. Los grupos IMPRESCINDIBLES de esta edición son Slint y Neutral Milk Hotel (NMH) y sus álbumes "Spiderland" y "In The Airplane over the Sea"

¿Por qué son imprescindibles? Ambos grupos comparten ciertas características. Son grupos que llevan más de una década sin sacar absolutamente nada y que hacen conciertos de reunión. Las dos formaciones publicaron únicamente dos álbumes y lo dejaron. Eso sí, lo dejaron en el punto más alto. Seguir hubiera supuesto bajar el nivel en cualquier caso. No hablamos de discos tremendos, son discos PERFECTOS en todos los aspectos. Los estilos a los que pertenecen son distintos, pero suponen un punto y aparte en la música. Y, en el caso de Slint, el punto de partida de un estilo.


Empezando por Slint, nos encontramos a los pioneros del post-rock. Allá por 1989 aparece su primera referencia titulada "Tweez", aunque realmente fue grabado en 1987. Este debut está producido por Steve Albini, un productor clave en la historia que ayudó a realizar discos como "In Utero" de Nirvana o "Come on Pilgrim" de los Pixies entre otros. En "Tweez" nos encontramos con una música bastante tosca, como un diamante en bruto. Algunos lo catalogan de post-hardcore, si bien sería su facción más experimental. La música es original, pero no se acerca ni por asomo a lo que estaría por venir. Eso sí, merece mucho la pena escucharlo. Puede que resulte difícil en las primeras escuchas, pero tiene una buena calidad. La formación originiaria de Kentucky se formó con componentes de varias bandas de post-hardcore como Squirrel Bait o The Anomoanoan y tras su separación darían lugar a bandas como Tortoise, The For Carnation o King Kong.


"Spiderland" aparece dos años después en 1991. Si bien hay otros álbumes que hicieron historia este año como "Nevermind" o "Loveless", Slint entregaron la obra maestra del comienzo de la década. Con solo 6 temas nos sumergen en un viaje en el que una hamalgama de estilos y sonidos tan diferentes como la psicodelia, el rock, el hardcore y la experimentación en general confluyen a la perfección. Estructuras complejas con cambios de ritmo, repetición, letras enigmáticas ("Don Amar" o "Good Morning, Captain") y, ante todo, pasión son algunos de los ingredientes de este plato para gourmets.

"Spiderland" está compuesto por un engranaje que crea una máquina perfecta donde todo está medido a la perfección. Su osadía musical lo fue tanto que dio el pistoletazo de salida a todo un subgénero del rock que sigue vigente hoy en día, no fue flor de un día como el shoegazing o el grunge. Una de las principales diferencias entre Slint y las bandas actuales del mismo estilo es que Slint tiene un cantante, mientas que el post-rock suele ser instrumental. En "Spiderland" la música es acompañada por un cantante que, si bien no tiene una voz espectacular, trasmite como ninguno. Tiene un voz rota que intenta no forzar utilizando varias veces spoken word, hablar en vez de cantar. Y las letras acentúan muchísimo toda la música, si bien dichas letras no tienen un sentido o significado concreto en varias ocasiones. Los estallidos en su música también son algo común, pero hay ocasiones en que la mecha se moja y el resultado es igualmente espectacular.

 Los 6 temas del álbum están a un nivel muy alto, pero como muestra os dejo "Good Morning, Captain" y "Nosferatu Man":




He visto varios directos de la banda y lo bueno es que suelen tocar "Spiderland" prácticmante en su totalidad, pero su directo puede decepcionar a algunos. No es que toquen mal, es que lo hacen exactamente igual que en el álbum y su escenografía en el escenario es quedarse quietos en el sitio. No obstante, con los temas de "Tweez" la cosa mejora mucho. Personalmente, me gusta ir a un concierto y que la música suene bien y tal y como se grabó en estudio, pero entiendo que haya gente que espere algo más.


En el otro lado tenemos a Neutral Milk Hotel. La banda de Jeff Mangum es un grupo que practica el folk-rock con tintes de folk y con un sonido pop. También se les ha incluido dentro del movimiento lo-fi (baja fidelidad). Si bien no entiendo bien este último concepto, debo decir que escuchar el álbum a tratar es lo más cercano que uno puede escuchar a estar en un estudio. Producción simple, pero impecable.

En 1996 aparece su primer álbum "On Avery Island". Al igual que el grupo anterior, su debut es un esbozo de lo que estaba por venir. Si lo comparamos a su continuación, este trabajo es también más tosco. Las melodías no son tan pegadizas, la psicodelia está más acentuada y el sonido es más crudo. En algunas ocasiones suena incluso infantil.

Luego vino la gloria con "In the Airplane over the Sea". Este disco perfecto vio la luz en 1998. Mucho se ha escrito sobre la temática de las letras. Este álbum conceptual trata temas como el amor, la felicidad, la pérdida, la adolescencia... temas universales a través de una historia con varias incógnitas. El compositor Jeff Mangum estaba inmerso en historias de la cultura europea y una buena parte de los seguidores de NMH afirma que es Anna Frank la mujer de la que hablan. Si bien encaja perfectamente con las letras, esto no está confirmado.

La música que se nos presenta es delicada como la voz que la acompaña. El cantante está en estado de gracia y no necesita más que desnudarse emocianalmente ante el micrófono para ofrecernos toda una variedad de emociones como la alegría, la nostalgia, el dolor o el amor. Desde el comienzo ya nos sumerge en un mundo en el que la bondad y la crueldad se muestran a partes iguales. La parte más amable la encontraríamos en temas como el que da título al álbum o "The King of Carrot Flowers Part One", mientras que la parte amarga aparece en los 8 minutos de "Oh Comely" o "Two Headed Boy Part Two". Sin importar el tono, nuestros pelos se ponen de punta varias veces en los menos de 40 minutos del álbum.

Tenemos de protagonista principal a este cantante que trasmite tanto pronunciando frases de gran riqueza lírica como simples "Di di di di...", pero tenemos a muchos secundarios que con sus apariciones esporádicas enriquecen todo este ambiente. Trompetas, guitarras acústicas, órganos, trombones, gaitas y muchos instrumentos de viento da una riqueza de matices perfecta para que este folk suene poderoso cuando lo precisa, pero también hay momentos en los que únicamente una persona lleva todo el peso y su sencillez nos demuestra toda su alma (si es que existe tal cosa).

Los temas que recomiendo para empezar son el que da título al álbum y los 8 minutos de "Oh Comely":




En el caso de NMH el directo es un plus. Intentan sacar un sonido parecido al álbum y, por suerte, no suelen conseguirlo. Esto le da otro matiz totalmente distinto a la música, que se ve más desnuda aun y la emoción que emana Jeff Mangum es contagiosa. Suelen tocar el álbum en casi su totalidad y en esta gira está acompañado de la banda original. En el Primavera Sound preveo mucha piel de gallina con según que temas.

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