jueves, 28 de septiembre de 2017

Mr. Bungle - Disco Volante . 25 años del gran marciano

En 1995 se publicó el segundo álbum de la banda californiana Mr. Bungle. Formada diez años antes, con sus componentes todavía en el instituto, fueron mutando desde el speed metal de su maqueta The Raging Wrath of Bunny (1986) hasta un rock desenfadado que jugueteaba con el ska, el funk y el jazz de su álbum de debut Mr. Bungle (1991). Este debut fue un éxito relativo que muchos fans consideran su mejor pieza. Tuvo mucha influencia en Korn, que atribuían su sonido al "acorde Mr. Bungle":



Pasados 4 años, en Mr. Bungle ya nada era lo mismo. Sí, seguían actuando disfrazados y con máscaras (Slipknot no fueron los primeros), pero todo había mutado hasta hacer la nueva música del grupo algo irreconocible que rompía por completo con todo lo anteriormente publicado por la banda. Disco Volante explora todo tipo de música. 

La primera canción Everyone I Went to High School is Dead es death metal tocado a un ritmo ridículamente lento, mientras que Chemical Marriage es un cha cha cha sin letra. Carry Stress in the Jaw es jazzcore al más puro estilo de Naked City, pero más potente. A los 5 minutos aparece Secret Song, titulada así porque la grabaron a espaldas del bajista Trevor Dunn. Este acabó enterándose antes de que fuera definitiva y grabó su voz imitando al abuelo de los Simpsons:


Después aparece Desert Search for Techno Allah que, como su propio título indica, es música electrónica con melodías orientales. Es el precedente de la banda 3 Secret Chiefs que formaría el guitarrista Trey Spruance al año siguiente. Violenza Domestica muestra el amor por la lengua italiana de Mike Patton. La música es un tango experimental muy teatral en la que se mezclan silbidos, cuchillos afilándose objetos rompiéndose:



After School Special es una canción infantil con un final perturbador. Phlegmatics juega con disonancias y con instrumentos que llevan un ritmo distinto cada uno, pero no al modo Captain Beefheart. El resultado es, otra vez, absurdo. Ma Meeshka Mow Skwoz es un frenético jazz klezmer cantado en un idioma inventado:


El último tramo del disco es donde la vanguardia toma posesión. The Bends es un tema de 10 minutos formado por varios fragmentos por los que el grupo nos sumerge a las mismas fosas marianas, nos transporta a los grupos jazz de finales de los 50, y cuanto más nos acercamos a los abismos del océano más raro y bello se vuelve todo. Al final, el horror....
Para compensar todo esto, Backstrockin es un tema totalmente convencional, easy listening. Después todo acaba con Merry Go Bye Bye, que sigue con un rock de los años 50 para pasar al puro death metal y acabar con un country lentísimo.

Después, bandas como Sleeptime Gorilla Museum, Estradasphere o Tub Ring tomaron nota de esta mezcla. Eso sí, aunque Mr. Bungle no son del espacio exterior ni nada por el estilo, a marcianos no les supera nadie.

lunes, 25 de septiembre de 2017

Kendrick Lamar - To Pimp a Butterfly (2015)

En lo referente al rap, Kendrick Lamar es hoy el principal referente a quien solo un par de mcs pueden toserle. Si bien Kanye West arriesga más, Death Grips son los más experimentales y ahora mismo Run the Jewels son imparables; Kendrick tiene una efectividad impecable. En 2012 publicó Good Kid M.A.A.D. City que, a mi parecer, está en el top 5 de lo que llevamos de década. ¿Cómo continuar semejante hazaña?

La respuesta no es fácil. Muchos artistas tirarían por hacer otra vez lo mismo. Otros cambiarían totalmente de estilo. Este rapero ha hecho una mezcla de las dos. Si bien algunos temas podrían haber sido incluidos en su anterior álbum, los pocos experimentos que podemos escuchar se hacen muy interesantes en su mayoría. El ejemplo más claro sería el de For Free?, un interludio que se encuentra entre lo mejor de los casi 80 minutos de este álbum (el máximo posible para un CD). Y es que For Free? en sus 2 intensos minutos tiene una base que mezcla el free jazz más endiablado (obviamente, en su vertiente más convencional) dando lugar a lo más cercano que estaremos de escuchar un rap creado a finales de los 50:



Kendrick va a contracorriente de los demás raperos volviendo a las raíces. Si ahora la mayoría se dedica a utilizar electrónica y dubstep en las bases, este trabajo excarva por toda la historia negra utilizando elementos de soul, jazz, música disco, ragga y rock. Entre lo mejor del álbum nos encontramos con The Blacker The Berry que casa la perfección los 2 últimos géneros mencionados:



Otro de los experimentos más efectivos de todo el álbum es How Much a Dolla Cost?, la cuál parece que samplea Pyramid Song de Radiohead. Es una reflexión muy tranquila sobre el dinero y la pobreza. En el estribillo hay autotune usado por otro cantante que... en fin, llamar cantante a alguien que usa autotune es absurdo, pero parece que está a la orden del día en rap estadounidense y, por desgracia, cada vez más en España:


Ahora todas las revistas especializadas se han lanzado a puntuarlo lo más alto posible. Mondosonoro le ha dado 5 estrellas, la prestigiosa Pitchfork un 9.3 y Rockdelux ya lo ha bautizado como un clásico moderno. En mi opinión este trabajo no está tan cerca de la perfección como están pregonando. El single de adelanto King Kunta me parece realmente horrible. Inspirado en la música disco y el funk, sobra totalmente. Y luego está el tema de las letras. El 50% habla de las últimas revueltas y asesinatos hacia afroamericanos en Estados Unidos. Lo restante básicamente habla del reciente éxito de Kendrick y cómo se lo toman sus colegas del barrio. 



Respecto a lo de los asesinatos, no es un tema oportunista ni que pasará de moda (por desgracia), pero la cosa es que es un álbum para negros. Que nadie me malinterprete, no es cuestión de racismo. La cuestión es que las letras están dirigidas hacia este colectivo con el cuál no puedo conectar cuando se habla de la unión de la raza negra. Lo mismo me pasa cuando alguien habla de la unión de la raza caucásica. Es una cuestión personal y el tema del racismo está muy candente. Es un problema del que es necesario hablar, pero la forma en la que se hace es bastante excluyente, únicamente para afroamericanos. No obstante, es inevitable rendirse ante este rapero y sus bases tremebundas.

Total, que opino que Kendrick todavía tiene la difícil misión de superar o igualar Good Kid M.A.A.D. City. Eso sí, este ha sido un muy buen intento.

sábado, 16 de septiembre de 2017

Sonic Youth - Goo

Hace ya 27 años de la publicación de Goo, el que quizás sea el álbum más conocido y convencional de Sonic Youth. Dependiendo de quién haga las cuentas, nos encontramos con su octavo álbum si se cuentan el Whitey Album (1989) y su primer álbum homónimo que no pasaba de los 20 minutos. Para mí estamos ante el sexto.

Sonic Youth ya estaba considerado como la salvación de la música independiente después de haber publicado ese perfecto Daydream Nation. Teniendo todo a su favor, dieron el salto a una multinacional. El grupo tenía sus dudas respecto a la libertad creativa. Intentaron tensar las cuerdas diciéndo a los directivos que su álbum se iba a titular Blowjob? (¿Mamada?). Geffen Records, esos malvados corporativistas, se convertirían es su casa hasta su último álbum The Eternal (2009), pero la duda siempre planeará cuando se le pregunte a los componentes del grupo por dicha libertad.

Lo cierto es que Goo supuso un paso atrás en cuanto experimentación. No es que hubieran dejado atrás todo el ruido, pero el metraje de las canciones había bajado considerablemente. Si antes se atrevían con temas de más de diez minutos y raramente había algún tema de menos de 5 minutos, aquí lo más largo que nos encontramos es Mote, posiblemente la canción definitiva de Lee Ranaldo:



Lo que más sorprendería a sus fans de entonces sería Kool Thing, un tema de puro rock que contaba con unas frases de Chuck D, líder de Public Enemy, el cuál se encontraba grabando su tercer álbum en el mismo estudio que Sonic Youth. Hay que recordar que Sonic Youth volvió a grabar con Nick Sansano, un productor de hip-hop, y que la banda estaba fascinada con todo ese género que se encontraba en plena ebullición. El resultado fue el tema más directo de la banda, el cuál fue incluido en Guitar Hero...



En este período de tiempo la banda sería recordada por temas ajenos a su música. El salto a la multinacional, la icónica portada y la gira de promoción junto a sus amigos de Nirvana (esto último perfectamente documentado en 1991: The Year Punk Broke) son temas ineludibles al mencionar a Goo; pero tiene un lugar especial en su carrera musical. No hay que olvidar que la banda giró por todo el mundo y el sonido neoyorkino que muchos les atribuyen ya no volvería sonar igual. Es el inicio de una nueva etapa en la que nunca volverían a sonar tan rápidos y feroces, pero sin dejar atrás la crítica y ese humor privado. El tema Dirty Boots ejemplifica esto con su parodia a los propios videoclips:



Goo tuvo 11 videoclips, uno por tema, a cada cuál más raro. No está demás recordar que Sonic Youth tuvieron un día el mundo a sus pies. Tampoco está demás decir que ellos no lo querían.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Imperivm- Ictus (2007)

El año pasado recibí un e-mail de BCore con los nuevos álbumes que traían de otros sellos y, quién sabe el porqué, me llamó la atención esta edición del segundo y último álbum de Ictus. Esta banda gallega ha girado por medio mundo, pero son unos desconocidos fuera del circuito alternativo más basto.

¿Por qué cuento todo esto? Porque compre dicho álbum "a ciegas". Lo escuché brevemente en youtube y me gustó. Cuando llegó el paquete, lo abrí con mucha ilusión, ya que venía con otro vinilo con dos rarezas de EPs y eran transparentes. El caso es que lo puse en el tocadiscos y me puse a mirar cualquier cosa por internet. Estaba oyéndolo, hasta que llegó el momento de poner la segunda cara y, a los 7 minutos, tuve que dejar lo que estaba haciendo. Se me puso la piel de gallina, cosa que excepcionalmente me ocurre.

Ictus es una banda de neo crustcore. Mezcla tanto la actitud y la velocidad del punk y el hardcore, pero cualquiera que lo escuche notará el sonido y la parafernalia del metal. El cantante no canta. A grito pelado y poniendo toda la carne en el asador, apenas se le entiende lo que dice. Por suerte, las letras están disponibles en internet y, en mi opinión, se aleja mucho de la sencillez del punk. Todo el álbum/canción de 40 minutos trata sobre el imperialismo de Estados Unidos, algo que parece que nunca pasará de moda.

Igualmente, lo que importa es la música. Si bien no tengo ninguna referencia del género, estamos ante una obra maestra que parece que no saldrá a la superficie a menos que un don nadie como yo escriba en un blog semiabandonado como este. Tal vez haya algo mejor de este estilo, pero la pasión que emanan es única. Ya no por los desgañitamientos del cantante, ya no por los dos guitarristas que rara vez tocan la misma nota, ya no por la velocidad impresionante que acompaña a los riffs que rara vez se repiten, tampoco por los minutos de post-rock que hay al final de cada cara del vinilo y que marcan, ni que la bajista haga unas líneas asombrosas. Es esa pasión en estado puro, es el fuego y la ira mezclados con rabia que tiene su clímax en el minuto 27 con un discurso claro y contundente.

Por primera vez, me arriesgo a poner solo el grandioso discurso que me puso la piel de gallina, no el álbum entero:



Por desgracia, no habrá nada más de esta banda. El batería murió y no hay intención de volver. Igualmente, tras 10 años, este álbum suena fresco y adelantado para su tiempo. Tanto los dos EPs como los dos discos que publicaron les hacen uno de esos grupos que apenas despegan, dan en la diana y se desbandan (por desgraciados motivos en esta ocasión) como Slint (a los que deben bastante) o Neutral Milk Hotel. Grupos efímeros, pero míticos.